Tatarkiewicz nació el 3 de abril de 1886 en Varsovia, que en ese momento formaba parte del Imperio Ruso. Proveniente de una familia educada, mostró un temprano interés por las humanidades. Inició sus estudios universitarios en la Universidad de Varsovia, pero debido a la represión zarista y la rusificación de Polonia, decidió continuar su formación en la Universidad de Marburgo, en Alemania, donde estudió bajo la influencia de la filosofía neokantiana, que dominaba la academia alemana en esa época.
En Marburgo, se formó con destacados filósofos como Hermann Cohen y Paul Natorp, quienes lo influenciaron en su enfoque crítico y sistemático de la filosofía. Tatarkiewicz también se interesó profundamente por la historia de la filosofía, lo que lo llevó a abordar su estudio desde una perspectiva tanto analítica como histórica.
Tras completar su doctorado, Tatarkiewicz regresó a Polonia y comenzó su carrera académica en varias instituciones polacas. En 1919, con el restablecimiento de la independencia polaca, se convirtió en profesor en la Universidad de Varsovia, donde trabajó durante gran parte de su vida. Fue una figura clave en la vida intelectual polaca, contribuyendo al desarrollo de la filosofía, la historia del arte y la estética en el país.
Tatarkiewicz también fue un prolífico escritor. Publicó una vasta gama de trabajos que abarcaban desde la filosofía antigua hasta la estética contemporánea, y su capacidad para combinar análisis filosófico con un enfoque histórico lo convirtió en una referencia central para muchos estudiosos. Durante la ocupación nazi de Polonia en la Segunda Guerra Mundial, siguió enseñando clandestinamente en la Universidad subterránea de Varsovia, demostrando su compromiso con la educación y la preservación de la cultura polaca.
En su vida personal, Tatarkiewicz fue una persona discreta y humilde. A pesar de su fama académica, prefería mantener un bajo perfil, centrando sus esfuerzos en su trabajo académico y su dedicación a la enseñanza.
La obra de Władysław Tatarkiewicz es vasta y diversa, pero es principalmente conocida por sus estudios sobre la historia de la filosofía y la estética. Su enfoque fue notable por su rigurosidad, claridad y capacidad para sintetizar ideas complejas en marcos conceptuales accesibles.
Uno de sus libros más importantes es Historia de la estética (Historia estetyki), una obra monumental en tres volúmenes publicada entre 1931 y 1937, que cubre el desarrollo de la teoría estética desde la Antigüedad hasta el Renacimiento. Esta obra sigue siendo una referencia fundamental en el campo de la estética, ya que ofrece un análisis detallado de las ideas estéticas en diferentes épocas, abordando tanto las artes visuales como la música, la literatura y otras formas de expresión artística.
Otro de sus trabajos importantes es Historia de la filosofía (Historia filozofii), un libro en tres volúmenes que también sigue siendo ampliamente utilizado por los estudiantes y académicos de filosofía. En este texto, Tatarkiewicz explora la evolución del pensamiento filosófico desde la Antigüedad hasta la época moderna, brindando una visión clara de las ideas de figuras clave como Sócrates, Aristóteles, Descartes, Kant y Hegel. Su enfoque es notable por su precisión histórica y su habilidad para contextualizar las ideas filosóficas dentro de sus respectivas tradiciones culturales.
Tatarkiewicz también abordó la cuestión de la felicidad, un tema filosófico clásico que trató en su obra O szczęściu (Sobre la felicidad), donde ofreció una visión histórica y filosófica del concepto de felicidad, analizando cómo ha sido entendido en diferentes épocas y por diferentes pensadores. Su enfoque era a la vez erudito y accesible, lo que hizo que este texto fuera muy influyente, tanto en el ámbito académico como entre el público general.
Su trabajo no solo fue filosófico, sino también interdisciplinario, ya que combinó elementos de la historia del arte y la teoría estética con la filosofía. Tatarkiewicz fue pionero en explorar cómo los juicios estéticos evolucionan a lo largo del tiempo, y cómo el arte y la belleza están conectados con la percepción, la ética y la cultura.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Polonia quedó bajo el control del régimen comunista, y aunque muchos intelectuales fueron perseguidos o silenciados, Tatarkiewicz mantuvo una posición influyente en la academia. A pesar de vivir en un entorno político difícil, logró continuar su investigación y publicación, aunque algunas de sus obras más filosóficas y menos alineadas con el marxismo fueron menos promovidas en esa época.
Tatarkiewicz se retiró oficialmente en 1961, pero siguió siendo activo en la comunidad intelectual. Su trabajo posterior se centró en profundizar en la historia de las ideas estéticas y en refinar sus teorías filosóficas. Fue miembro de varias academias de ciencias, tanto en Polonia como en el extranjero, y recibió numerosos premios por su labor académica.
Murió el 4 de abril de 1980 en Varsovia. Aunque su legado ha sido mayormente celebrado en Polonia, su influencia sobrepasa las fronteras nacionales. Su enfoque sistemático y su habilidad para presentar ideas filosóficas complejas en una forma clara y estructurada siguen siendo admirados por estudiantes y académicos de todo el mundo.