Lenguaje natural
Cuando hablamos en términos de lógica, el “lenguaje natural” se refiere al conjunto de formas de expresión oral o escrita que usamos de manera común los seres humanos para comunicarnos en la vida cotidiana, como el español, inglés, chino, élfico, etc.
El lenguaje natural es el que está siendo utilizado para escribir las palabras que estás leyendo en este instante, de igual forma es que utilizas para comunicarte con tus familiares, con tus profesores o tus amigos, y es por esto mismo que lo llamamos “natural”, debido a que es el utilizado en distintos entornos que requieren comunicación oral y escrita.
Cuando decimos que este lenguaje se usa en distintos entornos, es evidente aceptar que no es la misma forma de hablar la que usamos en nuestra casa y con nuestros familiares más asustadizos, que la utilizada con nuestros amigos, con nuestros profesores o con un extraño. Aunque todas estas formas de comunicarse sean distintas entre sí, todas pertenecen al lenguaje natural, por ello, esta forma de lenguaje podemos decir que es “contextual”.
No únicamente cambia el contexto dependiendo los entornos donde usamos el lenguaje, muchas veces también cambia el contexto de la misma palabra, dependiendo de lo que buscas expresar, por lo que hay ocasiones donde muchas oraciones pueden tener múltiples interpretaciones dependiendo de aquello que buscas expresar. Por ejemplo, "vi a alguien con unos binoculares" puede significar que viste a alguien usando unos binoculares o que usaste unos binoculares para ver a alguien. Por ello, también podemos decir que el lenguaje natural es “ambiguo”
La ambigüedad muchas veces es un problema para el lenguaje natural, y hay ocasiones donde queremos expresar distintas ideas o sentimientos, pero no encontramos las palabras para definirlo, por lo que en ocasiones hacemos uso de distintas palabras originarias de otros idiomas, o que modificamos de manera colectiva para representar o expresar una idea de la cual no contamos con una palabra. Por lo que también la “flexibilidad” es una característica del lenguaje natural.
Otra característica importante del lenguaje natural es la “expresividad”, tal vez la característica más importante de todas, puesto que nos evidencia de que forma puede cambiar todo el contexto de una idea según las emociones con las que se exprese. Si una idea se expresa con enojo o con sátira, aunque se exprese la misma idea, esta no cuenta con la misma información. Un ejemplo de esto es el uso de “emojis”, una forma de plasmar emociones en mensajes de texto, permitiéndonos apreciar una diferencia entre decir “okey 👍” a decir “okey 🖕”.
¿Qué es el lenguaje lógico?
Cuando hablamos en términos de lógica, el “lenguaje formal” se refiere a un sistema estructurado de símbolos y reglas que utilizamos para expresar ideas de manera precisa, rigurosa y sin ambigüedades. Este tipo de lenguaje es el que se emplea en disciplinas como las matemáticas, la lógica o la programación, y se compone de un vocabulario limitado, reglas gramaticales estrictas y una semántica bien definida. Ejemplos de lenguajes formales incluyen la aritmética, el lenguaje lógico (como el de la lógica proposicional), los lenguajes de programación como Python o C++, e incluso los lenguajes utilizados para formular teorías científicas.
A diferencia del lenguaje natural, el lenguaje formal no varía dependiendo del entorno o la audiencia; por el contrario, se caracteriza por su “uniformidad”. Esto significa que las reglas que rigen el lenguaje formal son fijas y no cambian según el contexto en el que se utilice, lo que asegura que cualquier enunciado en este lenguaje sea interpretado de la misma manera por todos los que conozcan las reglas del sistema. Por ejemplo, en lógica proposicional, “p → q” significa exactamente lo mismo independientemente de quién lo lea o dónde se utilice.
Otra característica importante del lenguaje formal es su “precisión”. Cada término y cada símbolo tiene un significado único y específico, lo que elimina la ambigüedad característica del lenguaje natural. Por ejemplo, en matemáticas, el símbolo “∫” siempre indica una integral, y no existe margen para interpretaciones alternativas. Esto permite que las ideas sean comunicadas de manera inequívoca.
Sin embargo, esta precisión y uniformidad también implica que el lenguaje formal carece de la “flexibilidad” que tiene el lenguaje natural. Los enunciados en un lenguaje formal no pueden modificarse libremente para adaptarse a nuevas ideas o emociones, ya que cualquier cambio podría romper las reglas del sistema y hacer que el enunciado pierda su validez. Por ejemplo, en un programa de computadora, un pequeño error en la sintaxis puede hacer que el código no funcione.
Por último, una característica clave del lenguaje formal es su “universalidad”. Aunque los lenguajes formales son creados por seres humanos, están diseñados para ser comprendidos y utilizados de la misma manera por cualquier persona que conozca sus reglas. Esto los hace ideales para tareas como la comunicación científica, la resolución de problemas complejos o la creación de sistemas computacionales, donde la claridad y la consistencia son esenciales.