La teleología es un concepto filosófico que se refiere al estudio de los fines, propósitos o causas finales de las cosas. La palabra proviene del griego "telos," que significa "fin" o "objetivo," y "logía," que significa "estudio" o "discurso." En términos generales, la teleología sostiene que las acciones, fenómenos o entidades pueden ser comprendidos a través de los propósitos o finalidades que buscan alcanzar.

Este enfoque implica que las cosas no solo existen o suceden, sino que también tienen un propósito o una finalidad. Por ejemplo, en biología, se podría argumentar que los organismos viven y se desarrollan con el fin de sobrevivir y reproducirse. Aunque de igual modo podríamos preguntarnos por la finalidad de esto, o el propósito de que las cosas no solo sean funcionales sino que tengan una finalidad, por lo que vale preguntar: “¿Para qué?” o “¿Cuál es el objetivo de este fenómeno?”

La teleología fue especialmente abundante en la filosofía griega antigua, con pensadores como Aristóteles, quien argumentaba que todo en la naturaleza tiene un propósito. Para Aristóteles, el teleologismo era fundamental para entender la naturaleza y el cambio; cada ser tiene un objetivo que guía su desarrollo. Además, en ética, la teleología se relaciona con teorías que evalúan las acciones en función de sus resultados o consecuencias, en busca maximizar el bienestar general como el objetivo moral.