La ataraxia es un concepto filosófico que se refiere a un estado de imperturbabilidad o tranquilidad absoluta del alma. Es la ausencia de inquietud, angustia o perturbación emocional, lo que lleva a una paz interna duradera y una mente equilibrada. Este ideal era muy valorado en varias escuelas filosóficas de la Antigua Grecia, como el estoicismo, el epicureísmo y el pirronismo.
La ataraxia implica que una persona no se deja afectar por los eventos externos ni por sus emociones internas, sino que mantiene una serenidad constante frente a las adversidades de la vida. No se trata de insensibilidad o apatía, sino de una profunda capacidad para no ser sacudido por el miedo, la tristeza, el deseo o las pasiones.
En diferentes escuelas filosóficas:
- Epicúreos: Para los epicúreos, la ataraxia se alcanzaba al eliminar el miedo, especialmente el miedo a los dioses y a la muerte. Según ellos, disfrutar de placeres simples y naturales, y evitar el sufrimiento, llevaba a este estado de calma.
Estoicos: Los estoicos buscaban la ataraxia a través del control racional de las emociones y el desarrollo de una actitud de aceptación frente al destino. Para ellos, las cosas que están fuera de nuestro control no deben perturbarnos. - Escépticos (pirrónicos): Los escépticos veían la ataraxia como el resultado de suspender el juicio (epojé) sobre cualquier creencia, evitando el dogmatismo y las preocupaciones que surgen de intentar alcanzar certezas absolutas.
Imperturbabilidad